Nuestra boda no ha sido una boda "al uso" y como en otros tantos aspectos, el coche de la novia tampoco podía ser normal. A pesar de tener a nuestra disposición varios coches muy elegantes, etc... y sabiendo que aparte del mío, es el coche favorito de la parienta (ya "mi señora"





Alvaro, su propietario confesó al final que "a pesar de que no le gustaba ver a su bestia llena de lacitos y flores, era la mejor excusa que habita tenido nunca para lavarlo"


